“Mientras el tigre no puede dejar de ser tigre, no puede destigrarse, el hombre vive en riesgo permanente de deshumanizarse” – José Ortega y Gasset.

Una de las claves para separarnos del resto de animales es la autoconciencia. La cultura nos ayuda a ser conscientes de múltiples realidades y, no solo eso, a preservarlas en el tiempo y aprender. A través de la cultura y los productos culturales podemos entender una época, situar acontecimientos y hasta moldear el discurso de una generación. ¿Acaso no es un meme una herramienta cultural y política? 

Hace poco hablábamos del impacto que ha tenido la pandemia en el sector cultural. A raíz de este post nos hemos puesto a reflexionar sobre la cultura y su utilidad, ¿alguna vez te has preguntado para qué sirve la cultura? ¿Te vienes a darle un poco al coco?

¿Qué entendemos por cultura?

Probablemente existan tantas definiciones de cultura como personas, pero vamos a mostrarte un par de ellas para que tú puedas encontrar tu propio significado. Pablo Huneeus, sociólogo chileno, por ejemplo, define cultura como “todo lo aprendido por medio de la comunicación. Es el conjunto de comportamientos socialmente adquiridos.” Sin embargo, si nos vamos a una visión más clásica, como la de la DRAE en 1984 nos encontramos con que “La cultura es el conjunto de modos de vida y costumbres, conocimiento y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época o grupo social, etc.“

La definición de cultura cambia con el tiempo y, si damos un paso más, cambia con el lugar. De manera que también podemos hablar de culturas, en plural, que dependerán del contexto y pueden tener diferentes valores, creencias, o estar más o menos tecnificadas. 

¿Tiene sentido hacer división entre alta y baja cultura? Desde luego que no, la cultura es, al fin y al cabo, cultura. Aquello que antaño podía enmarcarse en “alta cultura” hoy en día ya no lo es y obras que en su día estaban reservadas para unos pocos ahora son productos absolutamente mainstream, ¿cambia eso su valor? En absoluto. 

Desde aquí preferimos optar por una visión que entienda la cultura desde una perspectiva amplia, abierta y mutable. 

¿Para qué sirve la cultura para el público?

A menudo muchas personas catalogan la cultura como algo secundario, menospreciando su valor y entendiéndolo como un accesorio o una cuestión de menor importancia. ¿Cuántas veces hemos oído a alguien poner en duda el futuro de un artista? “¿Cómo vas a vivir de esto? Será mejor que te busques “un trabajo de verdad””. 

Y no ponen el valor la cultura, que nos permite transformar la realidad y nos dota de herramientas y conocimiento para ser autónomos, capaces y críticos.

La cultura es importante porque…

Sin cultura estaríamos siempre en un comienzo.

• Nos dota de la capacidad de tomar elecciones y de pensamiento crítico. Desde elegir qué película ver en el catálogo de la plataforma de streaming del momento hasta discernir cuándo es algo bueno. La cultura nos dota del bagaje suficiente para sabernos libres y contar con espíritu crítico.
• Nos ayuda a relativizar y empatizar. La cultura nos ayuda a conocer la realidad de otras personas e incluso de otros pueblos y nos invita a compartir, a romper estereotipos y a ampliar nuestros horizontes.
• Fomentan el ocio y el entretenimiento. Formas de cultura como el teatro nos ayudan a fomentar el ocio y a disfrutar en una esfera diferente a la de la producción, lo que nos estimula y enriquece como individuos.
• Nos ayuda a explorar nuestro potencial creativo. La cultura genera cultura, consumir productos culturales incentiva a que nos animemos a crear y a abrir nuevos caminos alrededor de nuestra creatividad.

¿Para qué sirve la cultura para el artista?

Robert Vischer (1847-1933) es quien acuña el término Einfühlung, la proyección sentimental o endopatía. Se trata de “un fenómeno psíquico por el que artistas y espectadores incorporan al proceso creativo y perceptivo sus sentimientos, emociones y experiencias personales, que condicionan su reacción ante los estímulos artísticos.” En muchas ocasiones la psicología ha estudiado el poder de la cultura como catalizador de los sentimientos de la persona que la produce. 

De alguna manera, la creación cultural y artística es una forma de conexión con uno mismo. Esta vía para comunicarse, expresar los sentimientos y plasmar lo que sucede dentro de la persona puede ser una forma de liberación e, incluso, de terapia

La función de la cultura como elevación espiritual de la persona puede conducir a nuevos descubrimientos en todo tipo de terrenos y suponer una palanca irrefrenable para el avance social y colectivo. Así, aunque hay productos culturales elaborados por una única persona, el resultado siempre es algo compartido. Tanto porque esa producción se ha elaborado gracias al contacto con cultura previa, como porque va a ser disfrutada por más personas.

La cultura como punto común

La cultura es un espacio común, de convivencia, en el que compartir y del que disfrutar unidos (sin que sea necesariamente de forma presencial). Quizás por eso fue una de las claves para superar la pandemia y se convirtió en refugio en tiempos complicados. Y para ti, ¿para qué sirve la cultura?